Víctor Santiuste propone una nueva pedagogía que haga mejores seres humanos, creativos y críticos

Víctor Santiuste propone una nueva pedagogía que haga mejores seres humanos, creativos y críticos El nuevo Académico Correspondiente ingresó en la RADE con un discurso sobre “Biología, lenguaje y educación. Reflexiones críticas sobre una nueva pedag

Víctor Santiuste propone una nueva pedagogía que haga mejores seres humanos, creativos y críticos

El objeto de estudio de la nueva pedagogía, basada en el lenguaje, habrá de ser la formación de un sistema conceptual, bien estructurado, que sea capaz de hacer sujetos independientes y creativos; es decir, mejores seres humanos preparados para hacer las preguntas científicas adecuadas y para pensar críticamente, según la propuesta formulada por el profesor Víctor Santiuste Bermejo, al tomar posesión de su plaza de Académico Correspondiente de la Real Academia de Doctores de España (RADE).

Pedagogo, con una extensa labor investigadora, Santiuste Bermejo es catedrático del área de Psicología Evolutiva de la Educación en las universidades Complutense e Internacional de La Rioja, como manifestó al presentarle el doctor Emilio de Diego García, Secretario General de la RADE y miembro de la Sección de Humanidades, a la que se ha incorporado el recipiendario.

En el comienzo de su discurso de ingreso, Biología, lenguaje y educación. Reflexiones críticas sobre una nueva pedagogía científica, el doctor Santiuste, rememoró su estrecha relación científica y humana con Mariano Yela, en cuyo grupo de investigación “Pensamiento y lenguaje”, realizó una de las primeras tesis doctorales sobre gramática generativa hechas en España: Comprobación experimental del principio de ambigüedad en la T.G.G. “Aquella actividad universitaria replanteó el desarrollo de mi antigua preocupación acerca de la fundamentación científica de la pedagogía y la posibilidad de relacionar los estudios pedagógicos con los modelos epistemológicos aportados por la filosofía, la psicología y la biología”, continuó. Planteamiento que supondría “el abandono del concepto de la pedagogía como una disciplina aplicada, considerada como un mero arte de enseñar y como guía de los aprendizajes de los alumnos”.

El modelo propuesto por la filosofía, siguió Santiuste, contribuía a establecer un sistema teórico, basado en sus aportaciones a la crítica del conocimiento, de la acción moral y del análisis del lenguaje. La psicología aportaba un modelo de ciencia experimental y, posteriormente, una nueva disciplina, la psicolingüística, una psicología fisiológica que vinculaba el estudio de los procesos psicológicos a las explicaciones fisiológicas, se convirtió en vanguardia de la ciencia biológica aplicada a la educación y en la nueva neurociencia cognitiva.

El lenguaje, objeto de la ciencia de la educación

Desde la perspectiva pedagógica, la adaptación escolar del alumno, su “buena escolaridad”, se ve muy perturbada por una adquisición lenta o deficiente del lenguaje que le impide seguir las enseñanzas y la vida social del grupo. No progresa al ritmo de los demás e, incluso, se ve comprometido el desarrollo de sus capacidades abstractas por limitaciones lingüísticas (ambigüedades, paráfrasis, elipsis...). Por ello, afirmó Santiuste, el objeto de estudio de esta nueva ciencia de la educación es el lenguaje. Una perspectiva mejor estudiada a partir del nacimiento de la psicolingüística, nueva área de conocimiento que surge del Social Science Research Council, con la colaboración de médicos, psicólogos y lingüistas, en la Universidad de Indiana, y que se desarrolla en el Departamento de Psicología y el Centro de Ciencia Cognitiva del Massachussets Institute of Technology (MIT), con otras aportaciones.

Siguiendo el eje conductor de su exposición, el paradigma psicológico propuesto por la psicología cognitiva y su posterior desarrollo en la Teoría de la Gramática Generativa, Santiuste subrayó que el lenguaje es parte de la dotación biológica y genética del ser humano, cuya explicación científica descansa en su proceso de biologización. Biología, lenguaje y educación son tres realidades científicas que interactúan en la explicación de la naturaleza humana y de sus funciones comunicativas. El modelo de aprendizaje, apuntó, describe una estructura sintáctica que se relaciona, a través de las reglas de transformación, con las representaciones semánticas y fonéticas. “Y este es un punto de controversia entre la biología, el lenguaje y la pedagogía: el estudio de la teoría de la adquisición del lenguaje”, añadió.

Al referirse a lo que debería ser una nueva pedagogía científica, Santiuste aseguró que “nos dirigimos hacia una forma de hacer una ciencia pedagógica sistemática, realista, explicativa, basada en teorías científicas con aproximaciones sintácticas y semánticas en el ámbito educativo, tal y como afirman los filósofos de la ciencia (Hempel, Suppe, Popper)” .

Nueva concepción del aprendizaje

De la mano de la neurociencia aplicada a la educación, prosiguió, la nueva pedagogía estudiará la naturaleza de la enseñanza y el aprendizaje y proporcionará indicadores biológicos que sustituyan a los antiguos tests psicológicos en la detección de los problemas de desarrollo de la personalidad, de dificultades de aprendizaje y otros.

“Mi propuesta es que el objeto de estudio de la nueva pedagogía, el lenguaje, tal como venimos diciendo, habrá de ser la formación de un sistema conceptual, bien estructurado, que sea capaz de hacer sujetos independientes y creativos; es decir, mejores seres humanos preparados para hacer las preguntas científicas adecuadas y para pensar críticamente”, dijo Santiuste. También es necesario, agregó, abordar una nueva concepción del aprendizaje, desde un planteamiento interdisciplinar basado en la neurofisiología, la psicología y la educación, que consistiría en estudiar el fortalecimiento de las conexiones sinápticas y los mecanismos moleculares que expliquen la organización de las neuronas en circuitos y arquitecturas funcionales del cerebro, en relación con los conocimientos que se imparten en las aulas.

Para que la nueva educación cumpla su prioridad de que el alumno sea capaz de inferir las preguntas adecuadas para entender los valores intelectuales, artísticos, científicos y morales, convendría que las facultades de Educación generen programas de formación con aportaciones de neurociencia cognitiva, aprendizaje neurológico, relaciones entre cerebro y mente e, incluso, que colaboren con departamentos de las facultades de Medicina, que facilitarían conocimientos biológicos aplicados a la educación, como la sinaptogénesis y los períodos críticos del desarrollo, señaló Santiuste. La psicología pedagógica actual necesita acudir a la ciencia biológica para analizar las causas orgánicas por las que un niño no puede aprender a leer y a escribir. Los avances en la investigación sobre el funcionamiento del cerebro nos ayudan a obtener una mejor comprensión del currículo escolar, los requerimientos de estudiantes con necesidades especiales e incontables otros aspectos relativos a la enseñanza.

Estos estudios, como destacó el recipiendario, son imprescindibles para los educadores y pretenden ser un paso más para determinar las necesidades del ámbito educativo “para ayudar a los más retrasados y para elevar el nivel cualitativo de la escuela, que es el de la misma sociedad”, en un proceso largo y complejo, que encuentra problemas en la formación de nuevos profesores e investigadores universitarios, y “que requiere más y mejores medios materiales de aparataje y laboratorios en las facultades de Educación”.

Dilatado historial investigador

Diplomado y licenciado en Ciencias de la Educación, licenciado en Filosofía y doctor en ambas especialidades, Santiuste ha sido becario postdoctoral en el Departamento de Psicología Experimental del MIT, profesor visitante del Colegio Complutense de la Universidad de Harvard y de la Facultad de Educación de dicha universidad, y profesor invitado e investigador en la Sorbona y en Otawa (Canadá), entre otros centros universitarios de Suramérica, Portugal y España.

Ha dirigido numerosos proyectos de investigación sobre ontogénesis del lenguaje, pensamiento crítico, dificultades de aprendizaje y educación inclusiva, entre otros temas, y dirige el grupo de investigación sobre “Aplicaciones de las nuevas tecnologías a procesos psicológicos en la vejez”, en la Complutense.

Es autor de 55 libros y de 65 artículos académicos, así como de más de un centenar de comunicaciones y ponencias invitadas en congresos, seminarios y jornadas. Ha dirigido una treintena de tesis doctorales y más de un centenar de tesinas, además de impartir 25 seminarios y cursos en centros de primer nivel. Es editor, miembro del consejo de redacción y juez evaluador de revistas nacionales e internacionales.

En el campo de la administración educativa, ha desarrollado seminarios didácticos de institutos de bachillerato y sus gabinetes de orientación, y ha fundado y dirigido distintos centros. Ha presidido el Jurado del Bachillerato Internacional Europeo, en el British Council School Board. Es Presidente de la Asociación para el Desarrollo del Pensamiento Crítico y Creativo, además de miembro de otras organizaciones nacionales e Internacionales en su especialidad.