La ciencia lucha sin tregua para prevenir y curar el Alzheimer, la mayor causa de demencia senil

La sección de Medicina de la RADE dedicó una sesión al “Deterioro cognitivo”, calificado por los expertos como la “epidemia silenciosa”

La ciencia lucha sin tregua para prevenir y curar el Alzheimer, la mayor causa de demencia senil

La enfermedad de Alzheimer constituye el 65 por ciento de todas las demencias seniles, que incapacitan las facultades mentales, intelectuales y físicas de los afectados. En España la padece un 2,4 por ciento de la población; de este grupo, un 7 por ciento tiene más de 65 años y un 50, más de 85. Entre los factores predisponentes figuran el envejecimiento, seguido de sexo femenino, daño cerebral, genética, depresión, tabaco, hipertensión arterial y diabetes mellitus. Estos detalles, entre otros, fueron expuestos en la sesión “El deterioro cognitivo” por los doctores Antonio González González, presidente de la sección de Medicina, de la Real Academia de Doctores de España (RADE), y Javier Olazarán Rodríguez, miembro del servicio de Neurología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, bajo la presidencia del doctor Jesús Álvarez Fernández-Represa, titular de la RADE.

El Alzheimer es un desorden neurodegenerativo progresivo que roba capacidades que definen al ser humano: la memoria, el habla, el control emocional y la habilidad de razonar y tomar decisiones lógicas, dijo el doctor González. Con el aumento de la esperanza de vida, agregó, se espera que el número de afectados crezca dramática y progresivamente para multiplicar su cifra en todo el mundo, en 2035, de 47 millones de enfermos actuales a entre 100 y 135.

La enfermedad empieza en el hipocampo, la zona del cerebro que alberga los códigos neurales que permiten activar toda la corteza cerebral para rememorar una experiencia vivida, explicó el doctor Olazarán. En sus comienzos se produce una alteración cognitiva leve. En fases más avanzadas la dolencia se extiende a otras regiones cerebrales, y la persona ya es incapaz de vestirse. El proceso se desarrolla durante diez y veinte años en una evolución larga y compleja, por una interacción de genes, ambiente y tiempo. Todo comienza en las conexiones entre neuronas, las sinapsis, donde se depositan péptidos, moléculas formadas de 42 aminoácidos que tienen un efecto degenerativo. La alteración y depósito de otra proteína que interviene en el sistema neuronal, la tau, ocasiona alteraciones que desembocan igualmente en la muerte neuronal.

Se sabe, prosiguió Olazarán, que los depósitos de péptidos (placas de amiloide) empiezan a acumularse en el cerebro unos 15 años antes de que aparezcan los primeros síntomas, por lo que es posible que el fracaso de los ensayos clínicos se deba, en parte, a que la enfermedad se diagnostica habitualmente en estados avanzados.

Ensayos clínicos

Olazarán apuntó que en diversos centros de investigación, como el Gregorio Marañón, se están midiendo los péptidos y la proteína tau en el líquido encefaloraquideo, para saber si una persona que empieza a tener pequeños despistes va a desarrollar la enfermedad, porque los pacientes de Alzheimer tienen unas enzimas que promueven los péptidos.

El estudio AMBAR (Alzheimer Management by Amyloid Removal), en el que participa el Gregorio Marañón, ensaya un procedimiento extracorpóreo, denominado plasmaféresis de albúmina humana, que consiste en extraer la sangre del paciente para retirar del plasma los agregados de proteína beta amiloide, con la esperanza de que pueda derivar en un tipo de tratamiento. Según Olazarán, son candidatos a participar en este estudio enfermos con Alzheimer diagnosticado y en tratamiento, de entre 55 y 85 años, sin cardiopatía isquémica ni enfermedades descompensadas, que estén dispuesto a hacerlo junto con sus cuidadores.

Diagnosticar el deterioro cognitivo, que calificó como “epidemia silenciosa”, es una tarea difícil, afirmó Olazarán. No existen certezas y el diagnóstico se hace por etapas, aplicando el método clínico hasta reunir la historia clínica del paciente para diagnosticar, lo que implica escuchar, explicar y acompañar. El proceso conlleva la exploración física, el examen del estado mental y otras pruebas complementarias. En la mayoría de los casos, se detecta Alzheimer.

Al referirse a los tratamientos, Olazarán indicó que la medicación específica debe formar parte de un plan de cuidados, en el que hay que contar con diversos especialistas, como psicólogos, terapeutas, etc., mientras los médicos buscan moléculas que puedan frenar el proceso. La falta de estímulos provoca que el deterioro sea más rápido, por eso es esencial no hacer más inútil al enfermo y adaptar su entorno para que pueda mantener una cierta capacidad funcional. Deben prevenirse problemas psicológicos y conductuales, no impedirle conducir mientras pueda hacerlo, hacer manualidades, pasear y llevar a cabo funciones sencillas y gratas, sin riesgos, para conservar su funcionalidad y autoestima. Un factor fundamental es también el asesoramiento y apoyo continuo al cuidador, especialmente en las fases avanzadas de la enfermedad.

En ocasiones, subrayó, el tratamiento avanza si se retiran fármacos sedantes, que empeoran la perdida cognitiva, lo que equilibra la memoria; y debe tenerse en cuenta que la hiperglucemia es probablemente tóxica para el hipocampo.

Existen fármacos específicos que estabilizan el deterioro cognitivo durante uno o dos años, como los inhibidores de colinesterasa, utilizados desde 1993 para aumentar la presencia de acetilcolina, un neurotransmisor que mantiene la conexión neuronal. Pero, a partir del plazo mencionado el paciente va empeorando lentamente; y, si se suspende el fármaco, el agravamiento es rápido. Un nuevo medicamento aparecido en 2003, memantina, actúa de otra forma para proteger la degeneración en casos avanzados, pero el efecto es más débil porque quedan menos neuronas sanas.

Tratamientos prometedores

Es probable, aseveró Olazarán, que en un futuro próximo dispongamos de tratamientos que actúen sobre los procesos fisiopatológicos iniciales del deterioro cognitivo y eviten las fases de mayor dependencia, sufrimiento y carga social. Como fármacos más prometedores, citó los anticuerpos monoclonales frente a la proteína tau y el péptido beta amiloide, y la aféresis terapéutica, tratamientos que no están demasiado lejos, subrayó.

Respecto a la prevención del deterioro cognitivo en general, el ponente hizo referencia a los hábitos saludables, que incluyen ejercicio aeróbico con cierto sofoco, dieta mediterránea, especialmente de pescados grasos ricos en omega3, y prácticas intelectualmente valiosas y estimulantes. Olazarán hizo hincapié en que las actividades, tanto físicas como sociales, sean gratas. No se trata de hacer sudokus como ejercicio habitual, sino de acciones agradables, como el baile, que permitan un estado relacional placentero y diverso. Deben controlarse y tratarse los factores de riesgo vascular, como el tabaquismo, sobre todo en los jóvenes; la hipertensión arterial en edades medias y la diabetes mellitus. Y destacó la importancia de evitar cualquier daño cerebral producido por traumas craneales y otros incidentes en deportistas jóvenes.

Preguntados durante el coloquio sobre si, además de paliar sus consecuencias, el Alzheimer se va a poder curar, el doctor González manifestó que hay que pensar que la ciencia, los medicamentos y la prevención lograrán vencer esta enfermedad. Por su parte, el doctor Olazarán aseguró que un ensayo piloto con aféresis de hace diez años tuvo un efecto positivo algo superior al que se obtiene con fármacos. Actualmente, se está desarrollando un nuevo ensayo, prosiguió, que pretende confirmar los resultados anteriores; pero todavía no se ha llegado a las conclusiones, que tardarán un año o dos en conocerse. Las expectativas, añadió, son buenas, porque se aprecia estabilización del proceso, aunque no mejoría. Pero debe tenerse en cuenta que este tratamiento se aplica a pacientes que ya tienen demencia; por lo que el siguiente paso será hacer el ensayo con personas afectadas de alteración leve, que no han llegado aún a la fase de deterioro cognitivo.